La prevención de plagas se ha convetido en la mejor herramienta para evitar las plagas en la hostelería, lo cual se debe a las interminables restricciones que la UE ha ido implantando a algunos de los productos químicos más utilizados para tal fin. En el desarrollo de esta estrategia, encontramos consejos encaminados a optimizar la detección de especies y la elección de las empresas contratadas para el control de plagas en hostelería.
Ya están a la orden del día numerosos procedimientos que se alejan de los métodos tradicionales como microondas, endoterapia, trampas lumínicas o tratamientos con frío o calor. Ante esto, si tenemos una empresa es conveniente tener en cuenta la normativa vigente para cumplirla de manera eficiente optimizando nuestros recursos. Atrás queda ya que las auditorías avisasen de la existencia de plagas en nuestra empresa, ahora pasa a ser el empresario el que tome el control de la situación, lograr una empresa libre de plagas y garantizar que siga por ese camino.
Como ya hemos recalcado, la elección de la empresa que se ocupe del control de plagas en hostelería es importante, así que conviene tener en cuenta que el personal técnico esté cualificado de forma oficial como especialista, que la empresa esté inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas o Biocidas y que los productos que se vayan a usar estén autorizados por el Ministerio de Sanidad.
¿Qué pasa cuando no se protege de las plagas un restaurante o un hotel?
Hay que tener presente que trabajamos en el sector servicios, de cara al público y por ello, se hace especialmente importante garantizar la salubridad de los clientes, ya que de no ser así, las consecuencias pueden ser desastrosas. Transmisión de enfermedades, contaminación de alimentos o del entorno solo son algunas de estas fatídicas consecuencias de las que seremos los únicos responsables, situación que puede traer consigo efectos mucho peores a largo plazo tales como aumento de gastos, daño en su reputación y sanciones o posibles denuncias.
Las plagas más comunes que encontramos en el sector hostelero son ratones, ratas, mosquitos, moscas, chinches, cucarachas, hormigas y termitas. Es conveniente actuar rápido para evitar la propagación de la plaga por todo el establecimiento y evitar problemas de mayor envergadura.